sábado, 21 de noviembre de 2009

La Presencia del Corazón

El camino con corazón se elige libremente. Las artes marciales representan uno de esos muchos caminos que nos ayudan a sondear nuestro interior en busca de la verdadera vida. Para mí es un medio que nunca debe cristalizar la búsqueda. Es una herramienta de Lucha Alquímica que ayuda a transformar seres comunes en seres auténticos.

El Arte de la Lucha, Camino de Autoexpresión

El cauce del agua de un río fluye por diferentes tramos y allá por donde pasa incorpora a su esencia nuevas cualidades. Dependiendo de la riqueza del lugar por donde cruce podría obtener nuevos nutrientes y minerales, pero también acumular desperdicios y basura.Las personas somos como ese río que se nutre y se ensucia al mismo tiempo, ese río que sigue su curso y que, si su fuerza lo permite, algún día alcanzará el mar en donde todo se hace inmenso y se mezcla hasta que las aguas se hacen Una.
Hace algunos años me asaltaba la duda de si un artista sería capaz de crear en una isla desierta, de si la falta de público al que presentar su obra sería un freno a su creación. Muchos artistas a los que he planteado esta incógnita me han respondido lo mismo: "un artista nunca crearía, nunca innovaría en una isla desierta, ¿para qué? ¿quién iba a contemplar o admirar su obra?" .
Con el tiempo me he dado cuenta de que el ego es capaz de la mayor de las estupideces pero también de la más grande de las hazañas.
El ego es un compañero inherente a nuestra persona, como lo es la muerte. El ego no se vence, se somete.
El ego nunca nos abandona, no lo vencemos un día y al siguiente ya no está.
Un artista sin Intención en una isla desierta no crearía porque su ego le puede, pero el artista de corazón sí lo haría porque su arte es su medio para eliminar la basura del río de su vida y nutrir su alma.
Lo creamos o no todos somos artistas, todos tenemos la capacidad de crear, de potenciar a través de la expresión nuestros estados de ánimo, de expulsar de nuestro interior las sombras que nos atormentan.
Podemos hacer uso de la pintura, la escultura, la escritura, la danza, la arquitectura, la costura, la expresión corporal, la música, el teatro, las artes marciales... y no es preciso ser excelentes en ello, tan solo sinceros, porque la sinceridad es el resultado de la autoexpresión sin censura.
El arte ha de ser un medio de autocomprensión, de búsqueda interior, de sanación, de libertad...
Todos somos artistas y la mayor de nuestras obras es la Vida, la Danza de la Vida.
Las persona que se expresan para que otros lo reconozcan se pierden en la niebla del ego, no hay libertad, no hay autocomprensión.
La creatividad es un sendero mágico que invita a la exploración, que nos acerca a esos demonios interiores que nos hacen pequeños y asustadizos.
Hemos nacido para cantarle a la vida, para representar nuestro autentico papel, para esculpir nuestro cuerpo y nuestra alma, para estremecernos con la grandeza de Ser y compartirlo con los demás, para recorrer nuestro sueño y danzar con el devenir de los ciclos.
El arte contemplado desde este prisma introspectivo, terapéutico y transformador se convierte en un medio y no en un fin.